La Iglesia de San Juan de Dios: Fe y Barroco

La Iglesia de San Juan de Dios: Fe y Barroco

En la ciudad de Granada, donde las calles susurran historias de antaño y las piedras guardan secretos, me encuentro yo, Twist, un buscador de secretos y cronista de lo oculto. Hoy, os traigo una fábula que se despliega entre los muros del Templo de la Purísima Concepción de Nuestra Señora del Sagrado Orden de la Hospitalidad de Nuestro Padre San Juan de Dios. Un lugar que, más allá de su imponente fachada, esconde un enigma que ha desafiado a los curiosos durante siglos.

El Misterio del Templo

Todo comenzó una mañana de otoño, cuando el aire fresco de Granada acariciaba mi rostro mientras caminaba por la Calle San Juan de Dios. Había oído rumores sobre un secreto enterrado en el templo, un misterio que había sido cuidadosamente guardado desde su inauguración en 1759. La historia decía que Fray Alonso de Jesús Ortega, impulsor de la construcción, había dejado un enigma oculto en sus muros, un acertijo que solo los más perspicaces podrían resolver.


Decidido a desentrañar este misterio, me adentré en el templo. La luz del sol se filtraba a través de las vidrieras, proyectando colores vibrantes sobre el suelo de mármol. Mientras caminaba por el pasillo central, mis pasos resonaban en el silencio reverente del lugar. Observé cada detalle, desde las tallas en madera hasta los frescos que adornaban el techo, buscando pistas que pudieran guiarme hacia el secreto de Fray Alonso.

El Enigma de las Estatuas

Fue entonces cuando mis ojos se posaron en una serie de estatuas que flanqueaban el altar. Cada una representaba a un santo diferente, pero había algo peculiar en su disposición. Recordé haber leído en un viejo manuscrito que las estatuas contenían un mensaje cifrado, un código que debía ser descifrado para revelar el secreto del templo.


Me acerqué a la primera estatua, la de San Juan de Dios, y noté que su mano señalaba hacia una inscripción en latín grabada en la base. In principio erat Verbum, decía, En el principio era el Verbo. Intrigado, me dirigí a la siguiente estatua, la de San Rafael, cuyo gesto parecía indicar una dirección diferente. Cada estatua, con su postura y mirada, parecía formar parte de un rompecabezas que debía ser resuelto.

Pasé horas estudiando las estatuas, anotando cada detalle en mi cuaderno. Poco a poco, comencé a ver un patrón. Las estatuas no solo contaban una historia, sino que también formaban un mapa, una guía que me llevaría al corazón del enigma.

El Descubrimiento del Secreto

Con el mapa mental formado, me dirigí hacia una pequeña puerta al final del pasillo, casi oculta a la vista. La puerta, cubierta de polvo y telarañas, parecía no haber sido abierta en años. Con un poco de esfuerzo, logré abrirla, revelando una escalera de caracol que descendía hacia las entrañas del templo.

Con cada paso que daba, la oscuridad se hacía más densa, pero mi determinación no flaqueaba. Al llegar al final de la escalera, me encontré en una pequeña cripta. En el centro, había un sarcófago de piedra, y sobre él, un pergamino antiguo. Con manos temblorosas, desenrollé el pergamino y leí las palabras que contenía.

El pergamino revelaba la verdadera intención de Fray Alonso: el templo no solo era un lugar de descanso para los restos de San Juan de Dios, sino también un símbolo de la unión entre la fe y el conocimiento. El enigma de las estatuas era una prueba de ingenio, un recordatorio de que la búsqueda de la verdad requiere tanto del corazón como de la mente.


Con el misterio resuelto, salí del templo con una nueva comprensión de su significado. Granada, con sus secretos y maravillas, había vuelto a sorprenderme. Y así, mi aventura en el Templo de la Hospitalidad llegó a su fin, pero mi búsqueda de secretos continuaría.

Espero que hayáis disfrutado de esta fábula tanto como yo disfruté al descubrirla. Os invito a acompañarme en futuras aventuras, donde juntos desentrañaremos los misterios que aún aguardan en las sombras de esta ciudad encantadora.

Hasta la próxima, amigos.

Firmado, Twist, el cronista de secretos.

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