La decoración de esta coctelería es una mezcla de un elegante club de caballeros de Londres, un bar clandestino de Chicago de los años 20, un cabaret parisino de los años 50 y un toque de decoración polinésica. Es elegante, gamberro, colorido y un tanto estrambótico, creando un ambiente único e inigualable.
Los cócteles en este negocio son una maravilla. No busques algo clásico, ya que incluso los clásicos son versionados. Son peculiares, personalizados y deliciosos. A los puristas del cóctel les puede sorprender, pero a los demás simplemente les encantará.
El precio de los cócteles en este negocio es interpretable. Se considera que no pagas solo por lo que te echan en la copa, sino por el arte que hay detrás de cada cóctel. Es como pagar por un Picasso o un Monet, o por comer en un restaurante con estrellas Michelin. Aquí, pagas por el sitio, la comodidad, la creatividad, la presentación y la música, además del delicioso cóctel.
El personal en este negocio es súper amable y atento. Te hacen sentir bienvenido y se esfuerzan por ofrecerte una experiencia única. Además, son capaces de personalizar los cócteles según tus preferencias, lo que añade un toque especial a tu visita.
Recomendaría visitar este negocio porque ofrece los mejores cócteles de Granada, sin duda alguna. La coctelería es impresionante, con una variedad de cócteles deliciosos y únicos. La experiencia en este lugar es inigualable, desde la decoración hasta el servicio, haciendo que cada visita sea memorable.