El Mirador de Carvajales es uno de los Miradores más intimistas y menos visitados del barrio, lo que lo hace especial y diferente a otros miradores más conocidos.
La Placeta de Carvajales hace referencia a una familia nobiliaria influyente en Granada en los siglos XV y XVI, y el mirador se construyó en el siglo XIX como parte de las reformas urbanísticas en la ciudad.
En la década de los 60 del siglo pasado, se realizaron reformas que le dieron el aspecto actual, incluyendo la construcción de un muro de contención, pavimentación del suelo, replantación de árboles y la instalación de bancos de piedra.
Desde el mirador se puede contemplar la impresionante Alhambra sin aglomeraciones, y el espacio invita a una mirada sosegada, ideal para relajarse, charlar, leer o escuchar música.
El edificio es de origen morisco, construido en el siglo XVI, y destaca por su crujía morisca, muros, alfarjes, galerías y armaduras mudéjares. Fue ampliado en el siglo XVII y se convirtió en residencia plurifamiliar durante el siglo XIX.